miércoles, 23 de diciembre de 2015

VIAJE A MEXICO

 



Soy una persona retirada de un trabajo que me apasionaba: EDUCADORAMi vida se complicó por causa de una enfermedad desconcertante que cuando me fue diagnosticada hace 17 años era poco conocida en Puerto Rico. Hoy día, cada 2 X 3 una persona es diagnosticada con esta condición.  Muchas veces es un diagnóstico equivocado porque los síntomas que provoca pueden causarla muchas otras condiciones.  Es importante que el diagnostico lo haga un especialista en reumatología y que se hagan todas las pruebas que descarten otras posibles causas y que se de un cuadro en el paciente dentro del protocolo medico establecido para que sea un diagnóstico certero, pero eso es otro tema.

 
He mencionado mi situación porque a muchas personas les sorprende que con la complejidad que presenta la Fibromialgia, yo tenga el ánimo en alto, me mantenga lo más positiva posible aunque me duela hasta el chicho de la oreja y para más inri ¡ME FASCINE VIAJAR!!!  No sé qué es pero oigo la palabra ‘viaje’ y se me activa la adrenalina y las endorfinas.  Ellas hacen que le dolor mengüe, el cansancio me de un respiro y coja calle más rápido que ligero. Mi esposo dice que mi mejor medicina es la gasolina, sea de auto, barco o avión.  Claro está que he tenido que "aprender" a viajar con mi Fibromialgia a cuestas y es que ella limita mis acciones y lo que puedo o no hacer cuando viajo.
 
Comparto con ustedes el relato que escribí sobre mi viaje a México hace un par de años atrás.  Espero que lo disfruten, viajen a través de mis palabras a ese maravilloso país y se animen en un futuro a visitarlo


Si tienes alguna duda puedes comunicarte dejándome tu mensaje en los comentarios o escribiéndome a través de mi página en Facebook:

 

domingo, 20 de diciembre de 2015

BIENVENIDOS Y BIENVENIDAS AL BLOG DE LA GITANA VIAJERA BORICUA

¡Saludos!!!

Agradezco que te intereses en visitar y leer mis escritos sobre el placer de viajar.  En este blog estaré compartiendo mis vivencias sobre los viajes que a través de mi vida he realizado y aquellos que aunque aún no he hecho, están en mi “bucket list” para un futuro.

Me considero una “viajera empedernida”.  Desde niña me gustó viajar. Lo hacía con la imaginación a través de los libros. La lectura fue una de mis primeras pasiones y con ella comencé a conocer un mundo más allá de mi alrededor.  Fue en uno de mis primeros libros escolares que conocí los “rascacielos” de Nueva York y en aquel momento me propuse que algún día vería con mis propios ojos aquellos edificios que se dibujaban en las páginas del libro. Leyendo descubrí los paisajes manchegos que describía Cervantes en su famoso libro “Don Quijote de la Mancha”.

Luego, la magia del cine siguió alimentando mi  deseo de viajar y puso ante mis ojos ciudades como París y su emblemática torre Eifel. La TV también aportó imágenes de lugares emblemáticos que a medida que los veía iba añadiendo a mi lista de futuros viajes.

Mi lista de viaje se fue construyendo y creciendo a medida que la vida transcurría con sus ires y venires de una chica de origen humilde para quien el viajar en aquellos tiempos era “soñar despierta”.  Mi primer viaje fuera de Puerto Rico lo hice a mis 22 años y fue al mágico mundo de Disney.  Los nervios de la primera experiencia de viaje en avión hicieron que muchos de los detalles de aquella experiencia pasaran desapercibidos por el alto nivel de emoción que tenía y que nublaba cualquier entendimiento.

Ya para la fecha en que viajé fuera de Puerto Rico había tenido la oportunidad de recorrer lugares variopintos de mi bella isla borinqueña.  Aunque en mi casa no había auto, mis padres siempre nos llevaban a visitar a la familia una vez al año.  Aquello era toda una aventura para mis hermanos y para mi aunque ahora entiendo la odisea que implicaba para mis padres preparar a una familia de 6 para irse un fin de semana fuera de casa. Más aun cuando implicaba un gasto considerable para una familia de clase media baja tirando a pobre.

Río Grande y Maunabo fueron los primeros pueblos que conocí junto a mis padres. Eran sus pueblos de origen y donde habitaban muchos de los familiares a los que visitábamos cuando hacíamos la peregrinación anual.  En los preparativos para esas salidas fue que se inició mi gusto por empacar y salir de casa. Ya cuando tuve mi propia familia esa rutina de empacar y salir de casa con “la tropa” se convirtió en rutina al menos una vez por mes.  Con mis hijos pequeños, su padre y yo nos preparábamos y salíamos sin rumbo fijo a explorar los pueblos a nuestro alrededor. Así llegamos a quedarnos en lugares para “camping”-famosos en un momento dado-, en casa de los abuelos y amistades que nos acogían como suelen hacer los boricuas, como si fuésemos familia.  Fue de esa forma que fui conociendo y recorriendo cada uno de los pueblos de mi hermoso país. 

Orgullosa puedo decir que he recorrido cada uno de los 78 pueblos que componen el archipiélago de Puerto Rico,  Sin embargo mi deseo de conocer mundo fue más allá de mis límites territoriales y ese fue el inicio de lo que ahora se ha convertido en mi pseudonimo, el inicio de ese recorrer el mundo sin rumbo fijo cual gitana, la gitana viajera.

En este blog iré contando mis aventuras de viajes tanto en Puerto Rico como en otras ciudades que la vida me ha permitido visitar. Contaré los "tips" que a medida que viajo voy aprendiendo, les diré formas en las que se puede viajar y disfrutar gastando poco o con un presupuesto limitado, hablaré de lugares emblemáticos, lugares conocidos y de rincones poco frecuentados que tienen "magia" y que vale la pena conocer.  En fin, que les contaré lo que he ido aprendiendo en cada uno de los viajes que la vida me ha puesto en mi camino -muchas veces sin yo esperarlo, aunque en algún momento lo había deseado- y cómo lo he aprovechado al máximo porque al final de nuestros días eso es lo que nos llevamos: nuestras vivencias y ¡nadie nos quita lo baila’o!

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